La Avanzada retoma su rumbo.
por: Bernardo Ameneyro Esquivel
twitter: @nayoameneyro
FOTOS CORTESIA LULU URDAPILLETA
Con un cielo cerrado de nubes y la amenaza eterna de las clásicas lluvias de las primeras horas de la noche de la Ciudad de México, la marquesina del Teatro Metropólitan dio por terminada, de manera oficial, la pausa de 10 años que Luis Gerardo Garza “Chetes”, Maurizio Terracina, David Izquierdo y Gustavo Mauricio Hernàndez “Catsup” decidieron tomar, apartándose de los escenarios.
A menudo el significado de las palabras retoman su rumbo y la noche del viernes 31 de mayo fue el caso con la banda de rock regiomontana Zurdok que se presentó en el Teatro Metropólitan ante casi 3,000 fanáticos afortunados que fueron testigos de la reivindicación de un concepto poco practicado y sí muy mal entendido de la escena del rock en México: Pioneros.
Ahora con nuevo material, una de las promociones más esperadas y con grandes expectativas del año, dio comienzo para presentar su disco Gran Salto 1997 – 2014 y claro reencontrarse con los ahora treintones de miradas y pensamientos nostálgicos de una época donde lo experimental marco el camino que muy pocos supieron aprovechar.
Luego del bajón de luces que agudiza los sentidos con una descarga de adrenalina, las luces estroboscopicas iluminaron la gran tela de color blanco, colgada al frente del escenario, dejando ver a contraluz la silueta de la banda que al mismo tiempo estaba siendo proyectada en la inmensa tela logrando hacernos sentir más cerca de ellos gracias al simple pero excelente efecto visual.
Toso eso mientras el primer tema “De llegar al final” era festejado por el respetable, quien tuvo a bien conectar con su pasado y claro con la banda con la primer tanda de temas clásicos: “Abre los Ojos”, “Hombre Sintetizador” y “Estático”.
Los riffs nos transportaron de inmediato a una época donde todo era más fácil, el flashback irremediable de reencontrarse con personas que ya no están aunque sea por breves instantes valió cada uno de los coros mientras Terracina provocaba al respetable, mostrando su instrumento y con su mirada.
Con “Si me hablas al revés” nos hicieron recordar que estábamos frente a una banda que definió la escena experimental en la escena del rock nacional hace unos cuantos añitos.
“Nadie te quiere ver” y “Luna” fueron la antesala para cumplir con el requisito protocolario de presentar los nuevos temas: “Amanecer” y “Azul Oscuro” Chetes conecta con el público fiel a su estilo, a través de su piano, su guitarra y claro su voz que sepa si tiene efecto reveber o algún detalle técnico que permite gozar y celebrar que nos abrace a quienes estamos frente a él.
Con “No encuentro la manera”, “Para Siempre”, “Así es” y “Bien o Mal” re conectamos con el pasado en medio de colores y animaciones psicodélicas que presumieron un gran despliegue técnico de iluminación creando una atmósfera etérea, habíamos comenzado el viaje con temas del emblemático disco Maquillaje.
Momento de intercambiar instrumentos con el tema “Si quieres llegar muy lejos” y “Si me advertí” entre Terracina y Rojo, más de unos nos preocupamos que la potencia de Mauricio dejar incompleta la batería del buen Rojo que por cierto era el más divertido del foro.
Con los temas “Cuantos Pasos” y “Tropecé” invitaron al maestro Alfonso André (Caifanes) que acompaño a la banda primero con su voz y luego dio cátedra en la bataca, grande en verdad.
Ya en la recta final uno de los temas que los pusieron en el mapa: “Gallito Inglés”, donde se dio espacio al Tino El Pingüino que provocó al personal al grado de hacer cimbrar todo el teatro.
Luego de un entretiempo corto, se despidieron con “Sin Explicación”, al despedirse se les veìa muy contentos, satisfechos y orgullosos, lo cual nos deja muy tranquilos ya que tendremos Zurdok para muchos años.
Pioneros porque hacen lo que pocos, se arriesgan con la única intención de probarse a sí mismos, exploran nuevas atmósferas capaces de posicionar, a través de su música, melodías que se valoran aún después de una pausa larga.
Están muy cabrones, tocaron con madre ¡Grande Zurdok!