¿Rap, Indie, Hip Hop, Rock, Punk?
¿Y el bajo? ¿Y la guitarra?; ¿Yo que sé?
por: Bernardo Ameneyro Esquivel
twitter: @nayoameneyro
Fotos: Bruno Muñoz Tittel / Ocesa
Luego de colgar el letrero de localidades agotadas, el pasado viernes 21 de noviembre el dúo estadounidense twenty one pilots conformado por Tyler Joseph y Josh Don se presentó en El Plaza Condesa como parte de su Quiet Is Violent World Tour 2014.
Encapuchados, los compas originarios de Columbus, Ohio, salieron de las penumbras para saludar a los cientos de gritonas(nes) que desgarraban su voz y preferían ver el concierto a través de sus teléfonos móviles que poner atención a una de ls propuestas más sui géneris que he tenido la oportunidad de conocer.
Tras las primeras progresiones de acordes, El Plaza se cimbró con el tema “Guns for the hands” donde el vocalista pudo reconocer el escenario de lado a lado para conectar con el respetable que se dio cita para gritar, brincar, sudar y claro, empujarse un par de chelas para desfogarse de lo que sino tengo mal la referencia es época de finales.
Poso a poco la voz del venue era solo una y mientras su viejo y cansado servidor trataba de entender las coplas de la autodenominada poesía del vocalista, me preocupaba el hecho de no ver por ningún lado un bajo o una guitarra arriba del escenario, mientras trataba de asimilar lo que se conoce como pop esquizofrénico, las ganas que le imprimen los chavos en las tablas poco a poco fueron bajando mi guardia, para cuando me di cuenta, la primera tanda de rolas se nos habían ido como agua entre las manos: “Migraine”, “Ode to Sleep” y “Screen”.
Los brincos y gritos continuaron con “House of Gold”, “Fall Away”, “Addict with a Pen”, “Holding On To You”, “Semi Automatic”, “Run And Go” y “Fake you out / Summer Time Sadness” donde la creatividad, energía de éste par permitieron momentos vistosos como el acercar la batería de Josh al público a través de una pequeña plataforma entre la barricada y las primeras filas apretujadas por la chamacada que por fortuna no me lo tiro ya que hubiera sido complicado para él echarse el mortal hacia a tras desde el piano de Tyler que sirvió en varias ocasiones de plataforma de brincos que en sincronía con los madrazos de hielo seco hicieron enloquecer a mis nuevas amiguis que con chela en mano no dudaron ni un momento en subirse a los hombros de sus peor es nada para continuar con la comunión con el dúo que hacía de todo para entretener a la raza.
Luego de una pequeña pausa, un par de brindis y claro las respectivas selfies, la exigencia de que regresaran era una sola: “Car Radio” tema que prendió obviamente e hizo cimbrar el foro de la Hipódromo Condesa, dando paso a otro par de temas: “Truce” y “Trees”.