Noche de consagración en el Centro Histórico de la CDMX…
por: Bernardo Ameneyro Esquivel | @nayoameneyro
FOTOS CORTESÍA | OCESA / José Jorge Carreón
Cielo despejado por orden de don Goyo quien hizo las gestiones necesarias para no perderse uno de los shows más esperados de cierre de año; hasta el clima nos dio una tregua para disfrutar la primera de tres presentaciones de la compositora y artista visual chilena, Mon Laferte quien se encuentra en su mejor momento, tanto personal como profesional, cerrando una gira donde cosechó todo que se merece una mujer trabajadora, profesional, talentosa y cariñosa con su público, así legó la tarde noche del martes para presenciar la primera de las tres presentaciones, programadas para los días 7, 8 y 9 de diciembre, en el Teatro Metropólitan que se volvió a llenar de sonrisas, abrazos, lágrimas, reclamos al otrora ser amado y suspiros, hartos suspiros para sublimar cualquiera de las etapas de amor o desamor con una buena dosis de baile.
La encargada de dar la bienvenida al público respetable, fue Arroba Nat quien con su guitarra acústica y una eléctrica, interpretó temas de amor y desamor, contando historias sobre las diferentes etapas del maravilloso sentimiento de empezar una relación y lo terrible de cuando llega la duda y se termina, datos autobiográficos de la amanera de cómo logró sublimar todos esos sentimientos a través de la música con la que no es difícil identificarse hasta el chingado suspiro y tratar de renovar la esperanza de que todo va a estar bien, aunque algunos nos empeñemos en hacer todo mal.
Acompañada de bajo, guitarra eléctrica, metales, percusiones y batería, la chica que llegara de Chile hace muchos años, empezando su historia de amor con nuestro país en el bello puerto de Veracruz, Mon Laferte, salió al escenario con la actitud y energía habituales para saludar a su fiel legión de fans quienes se dieron cita desde temprano para celebrar la vida a través del arte de Mon quien luce más hermosa que nunca, con un embarazo que nos permite proyectar la esperanza para el año entrante, confiando que sea mucho mejor.
La primera tanda de temas del concierto, correspondió a los temas: “Aunque te mueras por volver”, “Tormento”, “La Mujer”, “Mi Buen Amor”, donde se contó con una gran participación por parte del público, coreando de principio a final uno de los temas más sentidos de Mon Laferte que hizo desgañitar al respetable cómo es bonita costumbre.
“¡Muy buenas noches que alegría no puedo créelo!”, expresó Mon Laferte, visiblemente emocionada por la respuesta y emoción del público.
Continuaron con “Esta Morra No Se Vende”, haciendo mashup con “Caray” del inmortal Juan Gabriel, continuaron con “Si Tú Me Quisieras” y “Amor Completo”, echándose por completo al público a la bolsa con sus más que confirmadas cualidades de interpretación.
Momento de cumplir con el sentido protocolario de la promoción de su más reciente producción 1940 Carmen: “Algo Es Mejor”, “Placer Hollywood”, “Good Boy”, otro momento especial de la noche llegó con “Supermercado”, siendo testigos de la primera vez que la interpretara la chuilena junto con su extraordinario ensamble de músicos, En Vivo, “Beautiful Sadness”, “Química Mayor” y “Niña” que explicó, la escribió antes de su embarazo.
Con la tercera tandas de temas, llegó el momento de interpretar temas del álbum SEIS, una especie de manifiesto de las diferentes etapas del amor y desamor; que nos receta un par de puñetazos, para ponernos contra las cuerdas, dejándonos solos con el dolor o el gozo, según sea el caso, no hay oportunidad de seguir evitándolo, las cualidades interpretativas de Mon nos obligan a reconocernos a través de su música, revivir la emoción y enfrentarnos a la tristeza aunque llevemos semanas pretendiendo que todo está bien; un cachetadón bien acomodado para los que hemos cometido el error de haber sido incrédulos en el amor y que ahora tenemos que vivir con las consecuencias de no haber aprendido de los errores del pasado, convirtiéndolos en hábitos o lo que los gurús emocionales, llaman patrones de conducta.
Al final la respuesta de todo, después de llorar lo que sea necesario, enojarnos, negarnos, reclamar, patalear, hacer berrinche, volvernos a engañar, y respirar, la respuesta e inicio de la cura, está en el baile, y ella lo sabe, nos agarró de la mano desde hace más de una una hora, nos hizo pararnos de la butaca, y sin darnos cuenta, nos obligo a confrontar lo que evitamos y al final, nos puso a bailar, abrazando lo que evitábamos o lo que no habíamos terminado de disfrutar, según sea el caso…
“Que Se Sepa Nuestro Amor”, “Calaveras”, “Se Me Va A Quemar El Corazón”, con la participación arriba del escenario de La Bruja de Texcoco, “Amado Mío”, “Pa’ Dónde Se Fue”, “La Democracia”, “Plata ta”, “El beso” y “Amárrame”.
Ya en pleno cierre de recital, tras una breve pausa que permitió al público , tomar algo de aire para gritar más fuerte, Mon Laferte, cerró con dos temas más: “Antes De Ti”, “Tu Falta De Querer”.
Mon Laferte es capaz de apachurrarte el corazón e inflarlo como no sabías que podía ser inflado, nos ubica en nuestra triste realidad o hermosa, según sea el caso y nos llena de esperanza al pensar que los lugares bonitos siguen ahí, y nos esperan para cuando estemos listos, la idea es en caso como el de uno, ser menos pendejo que ayer y así, sucesivamente.
Es irremediable, su voz te persigue, lo creas necesario o no, te grita lo que necesitas escuchar y no qué quieres o esperas, te persigue y acorrala, te abraza y no te deja, te obliga a reconocer que estás hecho mierda y al final, te cura.
Que chulada.