Línea de Fuego en el Teatro Metropólitan…
por: Bertha Borrego y Bernardo Ameneyro
FOTOS CORTESÍA CÉSAR VICUÑA
#LíneaDeFuego
#LaBarrancaMx
Con alineación de lujo, la banda de rock La Barranca regresó a los escenarios de la CDMX la noche del pasado viernes 8 de septiembre con su Línea de Fuego con alineación de lujo para dar un repaso severo del andar música y onírico de una de los sonidos más esenciales de lo que lamamos rock nacional en uno de los foros también más emblemáticos, ubicado en el primero cuadro de la capital el Teatro Metropólitan que abrió sus puertas a la legión de fieles seguidores que fueron a corear cada una de los temas elegidos para esta gran fiesta melómana por decirlo suavecito.
El viaje de lo que a la distancia de dos décadas se confunde con experiencias reales o sueños fue dirigido por un combo musical de agasajo: José Manuel Aguilera, Federico Fong, Alfonso André, Cecilia Toussaint, Adolfo y Ernick Romero, Navi Vass y Yann Zaragoza quienes rifaron con temas de sus primeros discos: El Fuego De La Noche (1996) y Tempestad (1997) que según lo dicho por el capitán de este viaje, José Manuel Aguilera, era uno de muchos motivos de celebración principalmente ‘porque encontraron un público’…
Noche llena de recuerdos “Al Final De La Playa”, “Tal vez ni Dios” y “Perla”, contada de manera cronológica, primero con el disco Tempestad, manufacturado en la segunda mitad de la década de los 90 lo que provocó la memoria del maestro Aguilera de cómo iniciaron… en trío… “El Velo”, “El Gran Pez” y “Akumal”, terminaron de echarse a un público harto receptivo a la bolsa.
También se dieron la oportunidad de tocar un tema que no montaban desde hace mucho, con ayuda de Adolfo Romero: “Belleza”, preámbulo de algo grande, algo que en palabras del maestro Aguilera recaía en la buena fortuna…
“Hemos tenido mucha suerte, en su momento un honor inmerecido y nos da mucho gusto contar con la presencia de la señora Cecilia Toussaint” y ¿cómo no? si la señora basta con su simple presencia para iluminar todo el escenario y mayor razón al interpretar temas como “El Desafío” y “Esa Madrugada”.
“En los ensayos nos dimos cuenta que podríamos ser una pequeña orquesta”… Del disco Tempestad: “El Faro”, alternando dos baterías arriba del escenario, dejando los ánimos arriba para una breve pausa intermedia en el show.
De regreso con dos baterías y la señora Cecilia con cambio de vestuario igual que el resto del ensamble con camisa roja y pantalones negros: “Cometa”, “Los Muertos”.
Noche de rock atmosférico, por momentos intergaláctico que parece que nos provoca abandonar nuestro cuerpo, llevándonos a otro sitio lejano, pero es sólo un engaño, todo es introspección y autocomplacencia; un estado egoísta del yo y el cómo descubrimos nuestra esencia y la relación con lo que nos rodea.
“Una canción que describe el vino se relaciona el hacer música en este poder; no dejamos e cantarla porque la situación es igual o peor de salvaje”… “Reptil” y “La Caída”, con ocho músicos arriba del escenario dando cátedra de como se debe escuchar una banda numerosa , sin estorbarse, apostando por el resultado colectivo y claro demostrando el valor y significado de la palabra vigencia, todo está en el contenido, un bello recuerdo de lo que entendimos que era un género contestatario y no un simple ritmo.
“Las canciones además de que cuentan con su lógica, se cantan con una intención y está es para dedicar a alguien que está pasando un trance..”El Síndrome”.
“Cuando empezamos no sabíamos como nos íbamos a llamar, lo que si teníamos eran canciones y de una de esas tomamos el nombre para la banda”… “La Barranca”,
“Cuando me preguntan Si cambiaría algo les digo que no doy masoquista pero lo que se hizo no se puede cambiar, lo que sí es que nunca nos imaginamos, ni en el sueño más psicodélico y loco es cantar estas canciones 20 años después… “El Mezcal”, otra gran joya del disco El Fuego De La Noche.
Continuaron con “La Tempestad”, tema que dio nombre a su segunda producción, ya en plena recta final le siguieron los temas, “El Alacrán”, “Don Julio”, “Elixir de la vida” y “Quémate Lento”, mención aparte este último tema antes de amenazar con retirarse del escenario, la vitalidad y vacuna contra todo lo que representa a diario convivir con la fastidiosa rutina con la oportunidad de ser parte de algo importante como una multitud que provoca más arte de estos gigantes privilegiados.
Luego de que el público no se movía de su lugar salieron ama despedirse con dos temas que simple y sencillamente no pueden faltar, cumpliendo así con la idea de velada perfecta para un público diferente, melómano y concienzudo: “Cuervos” y “Día Negro”.