Presentación de su más reciente producción titulada: “Diplomacy”…
Texto: Ángel Santillán | @angelchantilli
Fotos: Bernardo Ameneyro Esquivel | @nayoameneyro
#KakkmaddafakkaMx
So pretexto de cumplir con el protocolo promocional de un nuevo disco, la banda noruega de indie rock Kakkmaddafakka, regresó a El Plaza Condesa para ofrecer una maravilla de concierto a un público respetable y respetuoso que brincó, canto y multiplicó la energía derrochada por el proyecto originario de Bergen, Noruega, integrada por Axel Vindenes (voz y guitarra), Pål Vindenes (voz y chelo), Stian Sævig (voz y bajo), Kristoffer van der Pas (batería) y Sebastian Emin Kittelsen (piano) quienes andan presumiendo en donde se pueda el resultado de su nueva producción titulada “Diplomacy” y que por cierto, estuvieron a poco de provocar el sold out en la noche de viernes del 25 de octubre.
Previo a la presentación de la banda estelar de la noche, la banda mexicana de rock, Bobui, que obtuvo hartos dividendos por su grata y peculiar manera de conectar con el público que fue paciente al principio y poco a poco fueron reconociendo el trabajo y notorio oficio de los hermanos Enzo (percusiones) y Carlos Borja (voz, guitarra), ambos originarios de Colima, Colima, complementados por Alán Santos, músico de Centavrvs y productor de su EP debut Agua Santa.
Desde que subieron al escenario, dieron cátedra al deleitar a varios chicos fanáticos que cantaban sus temas a todo pulmón como: “Verano de Soles”, “Portal” y “Agua Santa”. Conforme más avanzaba su set, Bobui más se ganaba a la gente ya congregada en El Plaza Condesa, para al final llevarse el cariño de todos por medio de “Cabaña“, “Piscis” y “Nada”, canciones con las que cerraron su presentación en foto grupal confirmando la aprobación y el gusto del público que los despidió con ovación y aplausos con una apuesta sincera por darle importancia al sonido por momentos lúdico y otros muy clavado en las atmósferas que pueden llegar a ser conceptuales si siguen por el camino de la exploración de historias, emociones y claro sonidos.
Seguro los veremos muy seguido por su cualidad musical de festival. Enhorabuena, que orgullo y placer da el ver que unos hombrecitos mexicanos le apuesten a patear traseros propios y extraños a través de la música.
Luego de la pausa tradicional para que el fantástico equipo de instrumentistas puso todo al tiro para disfrutar del regreso triunfal de la banda para deleitar al grandioso público de anoche con temas recientes de Kakkmaddafakka así como una selección con lo mejor de su repertorio.
Con una puntualidad admirable, justo que las 21hrs, los Kakkmaddafakka saltaron (literal) uno a uno al escenario en medio del furor presente para comenzar con “Touching” y seguir la adrenalina musical por medio de “My Name“, “Sin“, “Neighbourhood“ e “Is She”, en la que más de uno cantó con mucho entusiasmo.
Kakkmaddafakka no dio cabida para otra emoción que no fuera la alegría y la diversión en su performance en el que prometieron “dar uno de los mejores shows del 2019 en México”, dicho en palabras de su líder Axel.
Una bandera enorme con el logotipo de Kakkmaddafakka, ondeada de un lado a otro del escenario por el pianista Sebastian amenizada por la instrumental “Hiedelberg“ mientras luces parpadeaban alocadas acompañando los brincos de la gente que hacía temblar El Plaza Condesa, el idilio se consumó con las canciones “Frequency“, “Runaway Girl” y “Your Girl“ en la que varias parejas se abrazaron y besaron musicalizando su amor, y un primer cierre épico con su canción emblema “Restless” en la que los brincos de nueva cuenta no se hicieron esperar.
El encore llegó, y con ellos, la petición para que la banda regresara una vez más a tocar tres temas en las que por supuesto se incluyó la esperada “Forever Alone“ con la que definitivamente dieron punto final a una presentación con la que dejaron más que satisfechos a sus fanáticos.
Así, con hartos gritos, brincos y bailes llenos de felicidad y emoción, el foro de la colonia Condesa se zangoloteo por momentos en medio de un ambientazo donde todo lo que se puede esperar de una banda como esta, es poca cosa, toda vez que evidencian su profundo respeto y amor por un público receptivo, respetuoso y melómano como el mexicano amante de temas bailables, plagados de guitarras distorsionadas y el sonido inconfundible y electrizante del sintetizador, influenciado total y completamente por el movimiento “Bergen Wave”.
Chulada de noche; qué bonito es lo bonito.
Bobui
Kakkmaddafakka