Noche de Rap en la colonia Buenavista …
por: Bernardo Ameneyro Esquivel | @nayoameneyro
Érase una vez, en la última década del siglo 20 donde nada de lo que ahora vemos como algo común, no lo era, ni siquiera en la cultura hermana chicana quien se había nutrido de sonidos de los metales de mariachis y comenzaba a encontrar a una velocidad que ahora parecería inconcebible, la manera de poder relacionarse y expresarse a través de ritmos y deconstrucciones lingüísticas anglosajonas que nos permitieron mezclar lenguajes, lo que derivó en una mayor riqueza al Rap, otorgándole un sentimiento latino al movimiento cultural conocido como Hip Hop.
Hablamos del trío pionero del latin-urban Hip Hop de Los Ángeles, California, Delinquent Habits, el trío integrado por los MC Ives Irie, Kemo the Blaxican y el Dj Invincible, quienes se presentaron la noche del sábado 2 de marzo del 2019 en el escenario del Foro Cultural Hilvana para dar un buen repaso de su arsenal de rimas que cuentan historias que relatan el andar de estos tres delincuentes quienes siguen incendiando cualquier cantidad de escenarios con la ayuda adecuada como fue el caso con el talento chilango anfitrión con los capos DJ Aztek 732 y Sociedad Café.
Representantes de la vieja escuela, dedicados a contar historias del barrio, las de éxito, la de los que andan torcidos, los que están en cana, los que cayeron enfermos, los que hicieron camino pa’l norte y los que partieron al más allá sin razón alguna, toda vez que entendieron el poder de la razón e inconsistencias que luego se viven en el barrio y que solo alimentan el poder de un puñado de babosetes quienes se llenan las bolsas de dinero a costa de la sangre de nuestros compitas sin oportunidades, que agandallan y desconocen lo que es venir de abajo, la cultura del esfuerzo donde el talento se trabaja con sudor y sangre.
Así, la noche de anoche fue de reconexión con el poder del lenguaje, la valoración de lo que se conoce como flow, a través de un buen repaso de temas que, a la distancia, pueden ser considerados como piedra angular y eslabón transcultural de fusión de géneros y ritmos que mutaron nuestro ADN para valorar lo que significan tres horitas de baile cadencioso y celebración con los amigos.