La invasión sónica llegó a la CDMX…
por: Bernardo Ameneyro Esquivel | @nayoameneyro
#InvasoresGiraMX19
Fieles a su filosofía sonora evolutiva, los músicos regiomontanos Alejandro “Chajoe” Isassi (voz y guitarra) Gino Marchetti (bajo), Enrique Camacho (batería) y el patrón, Alan Robles (guitarra), todos ellos integrantes de la banda mexicana de rock NIÑA, ¡se presentaron la noche de anoche sábado 30 de marzo en el Foro Indie Rocks! como parte de la promoción a su álbum más reciente: Invasores.
Los encargados de recibir al público respetable fueron las bandas Babylonia y Danzantes, bandas mexicanas de rock que aprovecharon la oportunidad para dar a conocer su propuesta junto a una de las bandas icónicas y más represnetativas del rock nacional.
Así, Babylonia, la banda liderada por Barbara Vargas, cantante de instintos primitivos, poderosos y libertarios, demostró con su calidad vocal y de interpretación el porqué de haber llamado la atención de dos músicos de colmillo largo, largo como Alan Robles y Charly Castro quienes, junto a Pacho Salas, provocaron una grata impresión en los asistentes del foro de la colonia Roma que de a poco mejoraba en número y recibían de manera asertiva con temas como: “Algo”, “Perfecto Animal”, “El Tiempo Pasó”, “Si Una Vez”, “Despertar”, “Already Gone” y “Mátenme”, pistas de una historia contada de manera atemporal donde cualquier chica que se haya sentido con la necesidad de sublimar el dolor de amores mal correspondidos así como reivindicar su libertad y derrotar los demonios internos.
Luego de una breve pausa, con mayores decibelios e intensidad, originarios también de la escena renaciente de Monterrey, Nuevo León, Danzantes, banda de rock mexicana que anda presumiendo en cada oportunidad el lanzamiento de su álbum “Sólo Llegaron Para Aprovecharse De Mi” que por cierto también se puede conseguir en cinta mágnética o cassette que dicho sea de paso quedo bien chulo…
Una vez demostrado el oficio en los primeros temas, bien reconocidos por el público respetable con sus aplausos, las miradas entre los asistentes de afirmación se multiplicaban al paso de temas como “No Todo Es Creer”, “Sin Mirar”, “Horas”, “Súcubo”, “Asamblea Pesimista”, “Mi Desaparecer”, “De Octubre Sus Lunas” y “Me Consume”, conectaron de principio a fin con el público que se dejó llevar por las atmósferas harto intensas y poderosas, detonantes de fiesta que nos encaminaron a la mesa de merchandise para echarle un ojo a lo que andaban pasando.
Luego de una breve pausa, llegó el platillo fuerte que nos permitió ver una nueva faceta de Niña, banda también del meritito norte que ha sido testigo de la mutación y/o diversificación de lo que conocemos como rock, primero conocido como “Avanzada Regia” y hasta nuestros días, con una nueva propuesta, un sonido que revive la furia e intensidad del garage y del grunge que justo hace dos décadas estaba harto posicionado en el perfil de los que tuvimos la fortuna de crecer enojados en la década de los 90.
Parecería que siempre han tocado dichos subgéneros pero la realidad es que nos vinieron a demostrar su gran capacidad a acoplamiento y de constante experimentación con un disco harto digerible bautizado como Invasores.
Así, con el compromiso intacto de estar de nuevo arriba de un escenario, demostraron nuevamente ser un laboratorio sonoro que demuestra su cualidad y filosofía de taller de expresión donde lo más importante es la música, sus infinitas posibilidades y las ganas de pasarla bien.
En cuanto al setlist de temas elegidos para su presentación, consideraron cumplir con las expectativas de los que conectamos con ellos hace un rato y los nuevos reclutas que Invasores, sumó a sus filas de fieles seguidores que como entonces, ponen cara de extrañeza al saber el nombre de la banda.
“Exterminador”, “Me Corté el Pelo con Ralph Macchio”, “Shh Chi Kung”, “Chubaca Tiene 1 Secreto”, “Flotando”, “Código Cobra”, “Arena Azul”, “Gema”, “Godzila”, “Ella Es MiI Disco”, “Punk Robot” y “Banzai”, fueron algunos de los temas que revivieron con bríos renovados una época de la cual no éramos conscientes de que estar parado tres horas podía significar dolor en las articulaciones, una verdadera chulada por su calidad interpretativa donde cada uno de sus integrantes dejó todo arriba del escenario, provocando catarsis, liberándonos de todo el mierdero que hay que afrontar cantando y bailando temas de alma punk robótico.