Banquete metalero en CDMX…
Fotos: Michelle Rojas González
Texto: Bernardo Ameneyro Esquivel | @nayoameneyro
#LaRengaMx
Revestido de mantas y pancartas al mero estilo bonaerense, el estacionamiento de El Plaza Condesa sirvió como punto de encuentro para recibir a los fieles seguidores de la banda de hard rock argentino La Renga, representación importante de la colonia de los nacidos en la hermana República Argentina, radicados y adoptados por esta caótica y al mismo tiempo encantadora capital mexicana.
Así, con cánticos que precedieron el rito metalero del servicio litúrgico encabezado por Gustavo ‘Chizzo’ Napoli (guitarra y voz), Gabriel ‘Tete’ Iglesias (bajo), Jorge ‘Tanque’ Iglesias (batería) y Manuel ‘Manu’ Varela (saxofón), saludaron al público respetable que volvió a dejar claro que no hay seguidores más fieles, respetuosos y entregados que los llamados metaleros, todos corazón de pollo, que exorcizan cualquier mala vibra sumada en la semana por la joda y que la noche del pasado sábado 4 de mayo no fue tema para poder entregarse, cantar, brincar y celebrar en medio de un par de cervezas y buenos amigos que corearon de principio a fin temas que han marcado la historia de una de las bandas más respetadas y valientes del cono sur ya que uno pensaría que no tienen nada que demostrar y que aun así, viajaron más de siete mil kilómetros, saliendo de lo que se podría considerar su zona de confort y vinieron a patear traseros y zangolotear la estructura de uno de los venues más importantes de la ahora llamada Ciudad de México que estuvo a poco de colgar el codiciado letrerito de “localidades agotadas” del recital en cuestión, que dicho sea de paso, somos de la opinión que se podría catalogar de un show familiar..
Con el escenario calientito por toda la energía que proyectaban los seguidores de la banda,nos dejaron claro cómo se inicia la fiesta en la Feria de Mataderos con temas que dieron un buen repaso de su discografía cosechada a lo largo de tres décadas: “Tripa y corazón”, “Almohada de piedra”, “A la carga mi rocanrol”, “El twist del pibe”, “Motoralmaisangre”, “Nómades”.
Con el público totalmente en la bolsa luego de la primera tanda de canciones, que provocaron un mosh pit justo en medio de la zona preferente, justo frente al escenario donde los más puntuales celebraron un poco más apretados con el ahora conocido como headbanging imitado por muchos niños, algunos de brazos que celebraban junto a su viejo canciones que confirmaron lo que son: amor en su más pura esencia, celebrado ahora con completos extraños quienes celebraron junto a tantas mini-hemosuras los acordes de temas que han brincado generaciones.
Continuando con el ritual, interpretaron “Cuándo vendrán”, “Al que he sangrado”, “Bien alto”, “Detonador de sueños”, “Canibalismo galáctico”, “Balada del diablo y la muerte”, “El rito de los corazones sangrando”, “Desnudo para siempre”, “Psilocybe mexicana”, “El viento que todo empuja”, “La razón que te demora”, entre otras.
Luego de la amenaza de haber terminado el concierto, volvieron al escenario para rendir un homenaje al rock mexicano, dos temas de El Tri: “Triste canción” y “Todo sea por el rocanrol”, ya como último esfuerzo cerraron con tres temas más: “Panic show”, “El final es en donde partí”, “Hablando de la libertad”, que nos permitió validar la valía de una banda que evolucionó y encontró su propia voz tomando lo que consideraron lo más valioso del blues y el rock mientras sumaban distorsiones y emociones más metaleras.
Enhorabuena.