Damien Rice en El Plaza: un hombre, una guitarra y el poder de la melancolía.…
Crónica: Ángel Santillan | @angelchantilli
Fotos: Bernardo Ameneyro Esquivel | @nayoameneyro
#DamienRiceMx
El cantautor originario de Kildare, Irlanda, inició la semana con su recital en el Plaza Condesa, motivado por el lleno total que registró en su ingreso, con un recinto que lucía fuera de lo acostumbrado con filas de butacas enumerada para los asistentes. La constante euforia del público se hizo evidente, y sobre todo, el buen ánimo con el que recibieron sus canciones, sus chistes y sus comentarios sobre sus creaciones.
¡Hola México! Gracias. Hablo mucho español. Eso es todo”, expresó Rice en su recital de poco más de hora y media en donde compactó lo más selecto de su discografía, de tres volúmenes, O (2002), 9 (2006) y My Favouritte Faded Fantasy (2014).
Un total de 16 piezas ante una concurrencia joven y adulta joven, entre hipsters y godinez, llegaron al inmueble que fue acondicionado para solo recibir a 1,500 personas.
Incluso a mí me sorprendió que hubiera sillas. Lo ví, y dije ‘sí’. Quizás así me pongan atención”, bromeó el músico.
“Ame”, “Rotores Tree”, “I Don’t Want to Change You“, “9 Crimes” y “The Box” desfilaron en el programa que improvisó en el momento, y que le salió del corazón al cantante y compositor, quien se hizo acompañar solo de su guitarra, un piano, una luz directa sobre su cuerpo y rostro y un poco de humo. Nada más.
Le gritaron todo: piropos, peticiones, que hablara más fuerte, que no se callara, que se casara con él, o con ella, que les hiciera hijos. Como no entendió todas, se rió con algunas, y se carcajeó con otras.
“¿Es tu cumpleaños?”, le preguntó a una chica que le dijo que le dedicara unas canciones. Y otro gritó que también era el suyo. Y así fueron apareciendo más. Hasta que él tomó su turno: “También es mi cumpleaños, así que todos felices”, dijo el músico que cumple 45 el próximo 7 de diciembre.
Egresado del grupo de rock noventero, Juniper, Damien se aventó el mayor hit de la noche cuando pidió a alguna chica presente que subiera con él cantar “Cold Water”, con la condición de que se supiera la letra. Y una valiente, Elisa, aceptó el reto ante la expectativa generalizada. Al final se llevó tremenda carretada de aplausos ante lo bastante bien que Elisa hizo dúo con Damien. Probablemente uno de los mejores días de su vida.
“Reconozco que le salió muy bien, no siempre sucede eso. A veces va mal la cosa. Es siempre un riesgo de alto nivel hacer esto”, expresó cuando acompañó a la mexicana a tomar su ruta a las escaleras para que retornara a su asiento.
“Trusty and True“ y “Volcano” dieron cierre a la primera parte del show para luego dar paso al encore, mismo que prosiguió con “Canonball”, a luces apagadas y sin micrófono, así, muchas líneas arriba de lo acústico, con la letra también coreada por el público haciendo aún más mágico el momento.
El show dio fin con dos de las más esperadas: “Elephant” y “The Blower’s Daughter”, entre aplausos de pie y una melancolía a flor de piel que nos dejó un gran concierto que nos dejó gratos y más que satisfechos.