La cucaracha esta más fuerte y viva que nunca…
por: Bernardo Ameneyro Esquivel
twitter: @nayoameneyro
#Qk25años
#LaVenganzaDeCucamonga
Hasta el canalla de Tlaloc prefirió tomarse la noche para celebrar 25 años de rock and roll de una de las bandas más representativas del rock nacional, Cuca, banda originaria del estado de Jalisco, cumplió un cuarto de siglo de darle regresarle un sentido ñero, sucio, ruidoso, y lleno de creatividad que en la oscura década de los 90 era difícil encontrar en nuestro país.
Los maestros José Fors, Nacho “El Impacable” González, el señorón Carlos Avilez y el recién integrado Alejandro Otaola, ofrecieron un show harto energético el pasado sábado 25 de Julio en el Teatro Metropólitan con temas de reciente manufactura aterrizadas en su disco La Venganza de Cucamonga y muchos más que nos refinaron el oído con riffs salvajes, tanto graves como agudos que potenciaban su sentido lírico irreverente y contestatario; son uno de los proyectos culpables de hacernos exigentes desde chavitos, efectivamente, son las mismas rolas de siempre, las que hemos escuchado hasta el cansancio en bares, covers, tributos, bodas, confirmaciones y bautizos, muchos ahora son discos viejos y rayados; a pesar de eso CUMPLEN con creces lo que uno esperaría de estar frente a una banda legendaria.
Los encargados de calentar el escenario fueron los enmascarados Machingon, invitados especiales de Cuca con quienes se ve que la llevan de piquete de ombligo; puro guapacha pagüer papá, ¿quién dijo que los ritmos tropicosos (tropicales y sabrosos) no tienen nada que ver con los géneros más ponchados y puristas rockers? Pues nomás óiganlos, paren la antena con lo nuevo, su disco Greit Jits Vol. 1 y apliquen el “Repegón de Camarón”, de lo mejor de la noche en compañía del buen Armando Palomas con quien rifaron con el “Himno Pacheco”.
¡Oe oe, oe oe, Cuca, Cuca!… la voz del Teatro Metropólitan era una sola, bajón de luces y descarga de adrenalina cuando el reloj marcaba las 9:10 de la noche, era el turno de Cuca a quien saludamos con el tradicional saludo rocker siamés con las manos, era momento de “La Pucha Asesina”, el riff ponchadérrimo del bajo del maestro Avilez provocaba a hacer lo propio al buen Otaola, quien como era de suponer cumpliría sin problema alguno, primero en acoplarse al sonido de la banda y de poco empezar a aportar, justo fue el caso con “Arre Lulú”, primer sencillo del disco La Venganza de Cucamonga el cual puede ser un referente de lo que ahora es Cuca.
Momento de hacer cimbrar el foro, “Que Chingaos”, del entrañable disco La Invasión de los Blatidos, también fue buen momento para que el maestro José Fors saludara al respetable…
Muchas gracias por salir de la alcantarilla y festejar 25 años de Rock and Roll…
Y seguían los clásicos; “Mátame Antes” del álbum Cuca con Pelotas; sí ese disco que le pinto cremas a los blandengues que creían que la banda era historia. Dedicada al inquilino de Los Pinos, “En el Nombre del Rocanrol”, el objetivo es simple, hacerle saber al alto mando que sabemos lo que están haciendo y que un día van a rechingar a su madre, maldecidos están.
Momento de saludar a Leonardo Qirarte de Orlok el Vampiro en los coros: “Gordibuena”, y “Mi cabeza”.
Pausa necesaria para alzar los vasos para un brindis y una amable recomendación…
“Quiero brindar por todos aquellos que portan armas sin sentido y que se la metan por el culo”…
Con los temas “El Mamón de la Pistola”, “Mi Vieja”; ”Más Daño” y “Mas Putas Que Las Putas”, también del disco La Venganza de Cucamonga; descubrimos que hay motivos de sobra para presumir al maestro Alex Otaola, su aporte es esencial para la nueva etapa creativa de la banda, el apoyo de sus compañeros es inmejorable, lo presumen, esta en una zona adecuada, dispuesto a volver a demostrar su calidad como músico, gran momento ser testigo de la humildad de alguien a quien no se le puede exigir y que aún así se acomodó sus huevitos, salió de su zona de confort y decidió comenzar de nuevo en una banda donde sabía que se le iba a buscar defectos antes que aciertos.
Un par de rolas clavadonas… “Hombre De La Marcha”, “Tengo el tiempo”, se presagiaba que venía algo fuerte de ahí el respiro y es que no es lo mismo entrado el tercer piso uno busca donde sentarse… Nuestras sospechas eran ciertas, el trío de reinas conformado por Elis Paprika y las chicas de Descartes A Kant: Cris y Sandrushka rifaron arriba del escenario con otro tema nuevo “Caca Pop”, como saben es momento de #NowGirlsRule más que un hashtag es una realidad y gran promesa de saber que el rock nacional no podrá estar en mejores manos que nuestras mujeres rocanroleras.
“Zona VIP”, “Necesito Cirugía”, “Tu Flor”; momento de los que nunca pedíamos permiso y ahora hasta nos esogen la ropa que nos vamos a poner: “Alcohol y Más Rock and Roll” con un gran invitado, Arturo Tranquilino de Yokozuna.
“Hijo del lechero”, “Implacable” con solo de batería larguísimo de Nacho; estábamos entrando en la recta final del concierto, momento de otra invitada de lujo, nuestra querida, admirada y talentosa Iraida Noriega a quien amamos con todas las viseras; momento especial, nudo climático con Otaola con guitarra acústica para otro himno del que podemos tratar de recordar incontables brindis abrazos y gratos momentos de quienes “La Balada”, pasado el estribillo la cambió por la eléctrica y llegó el riff famoso y el remate ponchadísimo de la batería de Nacho, retumbo en cada rincón y hasta la última butaca del Metropólitan; sin tregua alguna y para dejar a todo el respetable bien picado, “Señorita Cara de Pizza” con una Iraida que se dejó llevar por el momento yendo de un extremo del escenario al otro, la amamos harto.
Tras el entretiempo regresaron con otros dos temas, uno nuevo y obvio la que faltaba… “Hoy Solo Quiero” y “Son del Dolor”, donde regresaron todos los invitados; noche redonda llena de buenos recuerdos y la alegría de saber que se vienen cosas nuevas y buenas; el rock and roll no ha muerto nomás esta mutando.
¡Larga vida a su majestad el Rock and Roll y a su Cucaracha Endemoniada!