Despertar lírico, baile mestizo, popular…
Por: Bernardo Ameneyro Esquivel
Twitter: @nayoameneyro
FOTOS CORTESIA SALVADOR BONILLA
El primer turno para iluminar las penumbras de las bambalinas del Lunario del Auditorio Nacional, fue la queridísima banda de Ska Nana Pancha, banda integrada por: Abraham (Voz), Gregorio (Teclado ), Arturo (Bajo), Hugo (Batería), Orlando (Trombón) y Jorge (Percusiones)
El sentido de regocijo de los pocos, pero sí muy locos que se dieron a la tarea de llegar temprano se dieron vuelo con espacio suficiente bailando a ritmo de ska??? fue evidente desde el primer tema…
“Del otro lado de la línea” Dedicada para la raza que decidió aventurarse del otro lado.
La coordinación nace de la interacción del cada vez más nutrido público, calientan de a poco.
“Monstruos” Inspirada en toda la bola de ratas alineadas en el sector gobierno disfrazados de líderes sociales como los sindicales que se ocupan solo de sus asuntos.
Se despidieron con “Eso que tú”, invitando al respetable a armar un bailecito tranqui…
El segundo turno fue asignado a Dr. Kràpula, sorprendiendo a más de dos, pues pensábamos que era banda la estelar; cosas del promotor..
“Presente” fue el tema elegido para saludar al respetable y pasar lista a la raza que de volada puso a cimbrar el foro de la colonia Bosque de Chapultepec con su lírica onírica colectiva.
De poco sirvió la advertencia unánime de mis nuevos amigos que recomendaron ampliamente a esta banda colombiana de rock alternativo latinoamericano, conformada por Mario (voz), Germán (guitarra), David (bajo), Niko (batería) y Sergio (acordeón y teclados), sus mensajes de lucha social y ritmo de Ska me atraparon de inmediato.
Con “El pibe de mi barrio” se antojo poner a rodar la pelota, un retrato muy común de cualquier barrio latino, asta de huevos; fue harto festejada
Con “Somos”, el sentido pachamama da sentido de nuevo a la lucha latinoamericana de la clase trabajadora que no se rinde. Me recordó a la velocidad y destreza de Maldita Vecindad…
Es la bandera andina tradicional de inclusión, respeto y paz que terminó de conectar con el tema “Para Todos Todo” coreada de principio a fin a manera de consignas encontradas en el salto y el baile que permitió a la banda lucirse con “Sagrado Corazón”.
La manera en como provocan es un poco obvia al comienzo organizando de manera imperativa al principio y pasados unos compases toma un curso completamente intuitivo, la energía simple y sencillamente fluye, no ubico bien donde nace si arriba o abajo del escenario, simple y sencillamente se hace presente.
La energía y disposición del vocalista es destacable, debería ser obligatorio que cualquiera que pretenda ser frontman de una banda tome nota con este flaquito sudamericano que se divierte como pocos.
De un ritmo más cadenciosos, los temas: “Buscando el Amor”, “Tomate contigo” y “Amanece” pusieron a bailar pegaditos a los que iban en pareja.
Su lenguaje es completamente digerible, coloquial hasta la médula…
El set list elegido para la noche continuó con “Exigimos”, “Activación”, “Mr. Danger” y “La Fuerza del Amor”, lo que nos permitió recordar que también bailando se debe protestar.
Terminó como empezó: “Presente”.
Para cuando Salón Victoria, subió al escenario la mayoría de la gente había hecho la graciosa huida.
La poca gente que quedaba conecto hasta la rola de “Si tu boquita fuera”…
Lamentablemente reviví aspectos que no veía hace muchos años, insultos por parte del respetable que dejó de bailar para recriminar aspectos que determinaron la disolución de la alineación a la que nos tenían acostumbrados.
Y como decía mi nana Katita sino tienes nada bueno que decir…
Mejor cierro pico.