La primera vez siempre es especial…
Fotografías Cortesía de Chucho Contreras | @ChuchoRamone01
por: Bernardo Ameneyro Esquivel | @nayoameneyro
Éxito rotundo la noche de anoche, martes 27 de enero para Elly Jackson, mejor cocida como La Roux que vino por primera vez a nuestro país para presentar su disco “Trouble in Paradise”, pretexto perfecto para salir de noche ataviados con prendas multicolores de hechuras poco usuales y/o pertenecientes a otra época que van muy acorde a las melodías ochenteras que la chica pelirroja (de ahí su sobrenombre) revisita con su ensamble de músicos obsesivos con el tiempo para dejarse ver como una banda cuadrada que cuida hasta el último detalle a partir de los sonidos vintage de los sintetizadores que nos dejaron voces sampleadas, acompañadas de riffs de guitarra y sintetizadores que nos remontaron a lo que éramos cuando niños y nos regresaban con una línea de bajo poderosa que provocaba una batería ágil que permitió lucir a la banda de Elly que dejaron dos cosas: el trabajo de años es evidente y se preocupan por entretener, cosa difícil de encontrar en una escena mal entendida que pierde el rumbo o esencia de ser en medio de manos corruptas que poco o nada les interesa lo que nos ocupa: la música.
Pero primero lo primero, los encargados de mover, literalmente mover a un público cada vez más numeroso fueron los locos de Timothy Brownie, la banda integrada por: Andres Cruz (DJ/Live Programming, Guitarra y Theremín), Charly Segura (Guitarra), Mariano Lanus (Bajo y Teclados) y Uriel del Toro: Batería quienes aprovecharon muy bien la oportunidad para mostrar su proyecto de música interesante por su cualidad de fusionar elementos o géneros como el rock, el dance, música disco, psicodélica y gracias a Dios, jazz y funk, lo que dejó un muy buen sabor de boca y grata impresión para los que nunca habíamos visto su acto en vivo, una banda muy completa que apoyados de sampleos y un profundo respeto por el público, se dicen responsables de bailar y hacer bailar al respetable que efectivamente cada vez tiene menos pretextos para regresar con una sonrisa a casa dado el contexto político social empantanado por un puñado de enfermos, pero que la noche de ayer lograron dibujar una sonrisa en los asistentes y podemos apostar nos durará el resto de la semana.
Luego de una larga pausa donde los instrumentistas hicieron su trabajo, la espera valió cada segundo por la respuesta del respetable que estalló en júbilo por el arribo de la inglesa ataviada con un traje y maquillaje que nos recordaron al maestro David Bowie, pensamiento que nos confirmó la emulación con los primeros scratchs de guitarra que nos recordaron el entrañable tema “Lets Dance” del Duque Blanco.
Los temas elegidos para su presentación incluyeron temas de su corta y exitosa discografía, de su disco homónimo lanzado hace casi 5 años y claro lo recientemente aterrizado en el disco “Trouble In Paradise”…
“Let Me Down Gently”, “Fascination”, “Kiss And Not Tell”, “In For The Kill”, “Quicksand”, “Sexotheque”, “Cruel Sexuality”, “I´m Not Your Toy”, “Shame Shame Shame”, “Tropical Chancer”, “Uptight Downtown”, “Silent Partner”, sin duda mi favorita de la noche, el debraye al cierre del tema; luego de un breve entretiempo, cerraron su presentación con dos canciones más: “Tigerlily” y “Bulletproof”.