La memoria y el camino de la trascendencia del rock argentino…
por: Bernardo Ameneyro Esquivel | @nayoameneyro
Fotos: OCESA / José Jorge Carreón.
La noche del pasado miércoles 19 de Agosto se llevó a cabo un reencuentro más entre Enanitos Verdes y el público mexicano que puntual a la cita acudió al Auditorio Nacional para saludar a una de las bandas más emblemáticas en lo que al rock latinoamericano se refiere, un referente histórico que sigue haciendo música y so pretexto de presentar su más reciente producción titulada Tic Tac, se dio un buen repaso de temas que tras tres décadas han permanecido vigentes en el gusto de los mexicanos.
Mancha de Rolando
Los encargados de saludar al respetable que de a poco iban ocupando su butaca fueron Mancha de Rolando, banda de rock de la hermana República Argentina, integrada por Manuel Federico Quieto (voz y guitarra), Francisco José Franchie Barreiro (guitarra), Carlos Esteban Báez (bajo), Matías Sobrado (teclados) y Matías Gabotti (batería); los originarios de Avellaneda atendieron la invitación de los Enanitos Verdes a manera de cambio de estafeta de lo que se empezó a sembrar hace más de 20 años y que los han posicionado como un nuevo referente del rock sudamericano.
Interesante desde lo que se sabía de ellos en papel, ya que aunque no fue su primera vez en México, si lo era para la mayoría de los que estábamos en el foro de Paseo de la Reforma y pudimos apreciar el trabajo de una banda cuadrada, bien estructurada y con gran experiencia en el escenario, preocupados más por su ejecución que por conectar con el público, los argentinos cumplieron, primero saliendo de su zona de confort con la tarea de conquistar un público diferente muy lejos de casa.
Con temas como “Ese Tren”, “Olvidarte”, “Bla bla bla”, “Calavera”, “Chino”, “Cabrón”, “Dónde Vamos”, el cover de “Pero Te Vas A Arrepentir” de K-Paz De La Sierra y “Arde la Ciudad” pudimos disfrutar de la potencia del vocalista que es para destacar, su color de voz es muy particular, completamente gutural, un rockero de vísceras sin lugar a dudas. Sus melodías van de lo sutil a un terreno más progresivo, los solos del requinto son provocados por el tecladista que empuja cada vez con más intensidad los acordes, sumando punch a la armonía que acompaña los tiempos bien marcados del bajó y la batería.
Mientras el equipo de instrumentistas ponían todo al tiro para saludar a Marciano, Felipe y Jota, nos entretuvimos con la llegada de Sabo Romo (Caifanes) quién se tomó foto con la mitad de la zona preferente…
Enanitos Verdes
Luego del bajón de luces y la ovación tradicional, se concluyó la espera de tres años para volver a ver a los Enanitos Verdes en el escenario del Auditorio Nacional, ahora en el formato de trío los capos Marciano Cantero (voz y bajo), Felipe Staiti (guitarra) y Jota Morelli (batería) saludaron al respetable con una introducción instrumental para entrar en calor y comenzar el reencuentro con el público mexicano que los a acogido desde hace más de 30 años con el repaso obligado de todos sus éxitos que desde la década de los 80 dieron identidad latinoamericana al rock pop de origen anglosajón y claro presentar temas de reciente manufactura aterrizado en su disco Tic Tac.
Iniciaron con “Besos Violentos” y “Cordillera”, inspirada en el paisaje de Mendoza, ciudad industrial de la hermana república de Argentina, de donde son originarios y luce imponente la Cordillera de Los Andes. Le continuaron “Cada Vez Que Digo Adiós”, “No Me Dejes Caer”, del disco Tic Tac, tema que habla de la situación que nos aqueja y de la revalidación de la empatía y apoyo que tanto se necesita. Con Manuel Federico Quieto, vocalista de La Mancha de Rolando: “Mariposas”.
Dedicada a los amigos que se adelantaron… “Pinceladas de Color” donde pasaron lista en honor a figurones de la talla de Gustavo Cerati, Luis Alberto Spinetta y nuestro entrañable Rockdrigo Gonzalez.
El tema “Eterna Soledad” sirvió como último puente al pasado, el flashback provocado por los riffs graves de Marciano a un lugar y tiempo donde todo era descubrimiento, inclusive el rock, cantado en castellano, los ingenuos años 80.
Tiempo perfecto para un popurrí: “La Muralla Verde”, “No me Verás” y el “Metro Balderas”. En honor al incomparable Rockdrigo que dio su vida por la escena del rock nacional, que chingón que alguien que viene de tan lejos le haga homenaje y trascienda su obra, ojalá y los chivatos que le juegan a ser guapos con un instrumento entendieran un poco de lo que significaba cargar con una guitarra y aterrizar la urbanidad en letras y acordes.
Con “Tus Viejas Cartas”, la voz del Auditorio Nacional era una sola, desgañitaba en dirección al cielo con la convicción de revalorar el ingenuo pero siempre genuino y único sentimiento de estar enamorado.
Una vez colocados en terrenos del corazón, continuaron con “Mayer”, “Amores Lejanos”, “Tequila” antecedieron una dedicatoria especial, a todas las mujeres presentes… “Luz de Día” una canción de amor que nació según recuerda Marciano hablando de una chica, cosa que no tiene porqué cambiar.
Para la recta final, los acordes de “Tu Cárcel” sumaron una nueva ovación; momento perfecto para un nuevo invitado: Sax de La Maldita Vecindad para colaborar con sus saxofones con el clásico “Guitarras Blancas”, gran momento rematado por otro que ya es parte de nuestro soundtrack histórico, “Lamento Boliviano”.
Momento de un breve descanso, obviamente el público no los iba a dejar ir por lo que casi de inmediato pidieron al unísono que regresaran con el clásico arengue a gritos donde se pide Otra…
Sin poner resistencia, los argentinos regresaron al escenario más importante de nuestro país para regalar a su público cuatro canciones más: “Mi Primer Día Sin Ti”, “Ay Dolores”, “Mejor No Hablemos De Amor” y “Dale Pascual”.