La revolución musical de Argentina llegó a México…
por: Bernardo Ameneyro
twitter: @nayoameneyro
FOTOS CORTESIA OCESA
El pasado miércoles 8 de octubre el maestro Fito Páez, presentó Rock and Roll Revolution su más reciente material, inspirado y manufacturado en honor y agradecimiento a su compañero de mil batallas, Charly García otro ícono del rock latinoamericano.
A nuestra llegada al Auditorio Nacional, el chipi chipi se convirtió en un violento aironazo y con ello la lluvia, misma que ahora sí creemos fue un presagio de abundancia por lo menos musical que compuso la noche de una ciudad lastimada y que vio como sus habitantes salieron a las calles para manifestar su encono sobre la desaparición de los 43 normalistas de la escuela Isidro Burgos en Ayotzinapa, Guerrero.
El bajón de luces hizo correr la adrenalina del respetable que fue saludado por el maestro Páez con el tema que le dio nombre al disco: “Rock and Roll Revolution”, continuó con otro tema de la nueva producción “Muchacha”, la asociación con la obra de Charly García está implícita.
Le siguieron “Yo Te Amo” y “Margarita”, esta última, dedicada al gran y único amor del compositor originario de Rosario, Argentina, su hija y con un Fito orgulloso, se confirmó de nuevo la promesa de ir de paseo a la Luna, un rolón que sonó de puta madre con una de las canciones de rock latinoamericano más entrañables que habla del amor verdadero.
Con “La Rueda Mágica” se echó al público en la bolsa, le continuó un pequeño diálogo para explicar el tema siguiente: “Fue inspirada por el libro El Retrato de Dorian Gray de Óscar Wilde”, quien creó un personaje cruel que maltrata al entrañable personaje que le da vida al tema “La Canción de Sybil Vane”, donde se nos cuenta como le critican su manera de actuar, una representación fiel de lo desgraciados y cretinos que pueden ser los hombres…
Una verdadera cátedra de lo que significa ser un frontman que involucra a quien tiene enfrente con su obra, concepto y mensaje.
De regreso al piano con el tema “11 y 6”… Con “Dar es dar” llegó la primera gran ovación de la noche… Momento de un tema con buenos detalles de blues donde Mauricio Olivero lució con el tema “La Mejor Solución”.
“Tumbas De La Gloria”, sin duda un tema que con los años no solo truena con madre sino se disfruta más cuando se van sumando años, después de ir de aquí para allá. Por fin un respiro con Fito solo al piano con los temas “Cadaver Exquisito” y “Un Vestido y un amor”, coreados de principio a fin por el respetable.
Después del tema “Será” llegó el momento del primer cambio de outfit para interpretar uno de los temas más representativos de sus tres décadas de carrera de “El Amor Después Del Amor” un gran momento donde aprovechó para realizar un homenaje al recién desaparecido Gustavo Adrián Cerati con una playera estampada con el rostro del genio que ahora toca con los ángeles.
Con la rola “Loco” aseguró que no seríamos nada sin Charly García…
Le continuaron una tanda de temas con más distorsiones, ponchadas pues que lograron subir el ánimo del respetable con temas como “Circo Beat” y “Naturaleza Sangre”, de nuevo la participación de Mauricio en la guitarra y la manera en como Fito hizo participar a su público son ahora dignos del recuerdo.
Los primeros acordes de “Brillante”, provocaron una lluvia de estrellas simulada por las luces de los celulares y con ellas el flashback irremediable de haber estado en lugares y personas que nos formaron y ubicaron donde estamos ahora…
Otro gran momento se vivió con “Ciudad de pobres corazones”, a destacar el gran final, una orgía de distorsiones que volvieron a cosechar las palmas del respetable; sin tregua alguna reconocimos otro tema harto aplaudido, analizado y festejado: “A Rodar” un clásico que generó el desprendimiento de las remeras del público que daban vueltas al compás de la canción que provocó gran euforia entre el respetable.
Bajón de luces, un pequeño entretiempo para el último cambio de vestuario y acelerar a fondo para la recta final del concierto donde disfrutamos dos temas más: “Dar Es Dar” y “Mariposa Technicolor”.
