Rock para sobrevivientes…
por: Bernardo Ameneyro Esquivel
twitter: @nayoameneyro
FOTOS CORTESIA SALVADOR BONILLA
Con un set list balanceado entre lo recién manufacturado y los éxitos que les ha permitido presentarse al rededor del mundo con venues como el Foro Sol que ayer recibió a 30 mil personas, los maestros Enrique Bunbury y Andrés Calamaro, celebraron la segunda fecha del Tour Bunbury&Calamaro donde contaron con la colaboración de Juan Cirerol quien le puso huevos al asunto en una noche completa, uno de los mejores conciertos de lo que va del año que lograron salvar por una noche entera a una ciudad de sobrevivientes, jodidos espectadores que poco o nada podemos hacer ante una ciudad partida y lastimada por sus múltiples llagas ocasionadas por los enfermos de poder que por noches como la de ayer tienen los días contados por lo que se refiere al arte, no importa cuanto le quiten de presupuesto.
Camino al recinto de Ciudad Deportiva Magdalena Mixiuhca, la amenaza de cada tarde en nuestro amado defectuoso dejo de ser amenaza para convertirse en un chingado aguacero marca diablo haciendo el trayecto aburrido, tedioso y si no fuera por la buena compañía, un pinche desastre.
Afortunadamente el gandalla de Tlaloc, nos dio tregua con un chipi chipi que a nadie asustó durante las más de tres horas que estuvimos a pocos metros del escenario que en su programa tenía confirmado a Juan Cirerol, quien le dejó de jugar al desaparecido para ponerle huevos ante un respetable ansioso de rock y ¿qué mejor? que con un aperitivo norteño con un fuerte sentido country y de folk, cocinado en Mexicali, Baja California.
Y como ya saben el joven compositor anda desde hace tiempo revalorizando la palabra irreverente (lo comento porque cualquier putito de Televisa se autodenomina como tal) con temas como “Perro Viejo”, “Eres tan cruel”, “La Florecilla” y cerró con “Se vale soñar”.
Así huevudo como es su costumbre, armado solo con una guitarra para entretener a decenas de miles de personas, el cachanilla esta a dos de presentar su próxima producción que según sabemos se va a llamar “Todo Fine”. Rifado el mexicalense.
Minutos después, la silueta del maestro Andrés Calamaro se hizo presente en las tablas que hicieron las veces de ruedo para confrontar al monstruo de 50 mil cabezas que depositó su co
nfianza en el músico originario de Buenos Aires, Argentina que conectó con el respetable gracias al repertorio de éxitos que nos dieron una buena idea de su gran trayectoria como uno de los compositores más reconocidos de éste y el Viejo Continente.
Los temas elegidos para hacer cantar y bailar a su público fueron: “Alta Suciedad”, “A los Ojos”, “Crímenes Perfectos”, “Cuando No Estas”, “Rehenes”, “Bohemio” y “Loco” donde la escuela de jazz del fabuloso ensamble era evidente
Después de “Tuyo Siempre” se dio la primera sorpresa de la noche, nuestro cachanilla de oro regresó al escenario con El Salmón para hacer de las suyas con el tema “Metanfeta”, mismo que le valió el sobrenombre de Breaking Juan… gran detalle del argentino el haberlo considerado.
La siguiente tanda incluyó varios clásicos y de hecho comenzó con uno: “Mil Horas”, “Todavía una canción”, “Out Put”, “Salmón”, “Flaca”, “Paloma”.
Para despedirse eligió otro par de temas: “Los Chicos”, recordando a grandes personajes, comenzando un homenaje en memoria del recién fallecido Gustavo Cerati, mismo que se coronó con otra rolota: “Música Ligera”.
La tercera parte de cuarto del concierto comenzó con un abducido – no sabemos cuando- Enrique Bunbury que fue regresado de ese viaje intergaláctico al escenario del Foro Sol que se cimbró por el recibimiento del respetable.
En la primera tanda la letra de “Despierta”, “El Club de
los Imposibles”, “Más alto que nosotros sólo el cielo” y “Ódiame” fueron coreados al unísono por un público eufórico. Los temas “Porque las cosas cambian”, “El Extranjero” y “Deshacer el mundo” completaron el saludo a un Enrique notablemente conmovido por la respuesta del respetable que continuó festejando con temas como: “El rescate”, “Los Habitantes”, “El Hombre Delgado”, “Hay muy poca gente” y “Que tengas suertecita” lo que nos presagiaba que lo mejor esta por llegar…
En la recta final de su presentación, “De todo el mundo” contó con la colaboración de miles de celulares que alumbraron tribunas y cancha del estadio con “Sí” y “Lady Blue”, se encumbró una presentación de un verdadero rockstar que se mostró y dijo muy agradecido en cada oportunidad que se le presentó.
Calamaro & Bunbury
Por si no fuera suficiente, ambos salieron con un ensamble especial con temas harto aplaudidos, con gran historia pues y que simple y sencillamente no cansan a nadie… “Sin Documentos”, “Maldito Duende”, “Crimen”, “Copa Rota”, “Estadio Azteca”, “Apuesta en el Rock and Roll”, “Infinito” y el “Hijo del Pueblo”.
Noche de los jodidos que por momentos no tenemos voz o posibilidad de cambiar las cosas, eso es lo que hace el rock latinoamericano, no importa que se celebre en Córdoba, Guadalajara o Barcelona, somos los mismos jodidos quienes celebramos estas voces de libertad absoluta que no lograrán callar todas las balas del mundo pues somos más los que nos conmovemos al ver cantara un niño de 10 años temas que le doblan en años su existencia y una familia abrazada reconociendo de inmediato que es uno de los mejores momentos de su vida, lo mismo para la jovencita que con chela en mano desgarraba su voz en cada estrofa para alzar su voz y reconocerse en las rimas de un par de completos extraños que sentimos tan nuestros, esos mismos que reconocieron que no hay mejor manera de festejar la vida de quienes se adelantaron que cantando ya que es el único puente para conectar con ellos, al igual que las conciencias de los que seguimos sobreviviendo.
Sin duda uno de los mejores conciertos del año.