Un viaje increíble a través de 40 años de carrera…
por: Bernardo Ameneyro Esquivel.
Con casa llena, comenzó la residencia de Simply Red, programada para los días 27, 28 de febrero y 1° de marzo, en el Auditorio Nacional que lució pletórico para disfrutar la primera de tres fechas del grupo musical británico de soul, pop y rhythm and blues, liderado por el maestro cantante y compositor, Mick Hucknall que se lució, disfrutando cada tema que resumió 40 años de carrera musical, ajá, cuatro décadas de romperla.
Así el vocalista pelirrojo Mick Hucknall, originario de Manchester, Inglaterra, respondió a declaraciones de amor furtivas o con el encanto del anonimato, rompiendo el sliencio entre canción para gritarle “¡¡¡Te Amo, Rojo!!!”, a lo que el correspondió con un “I Love You Too”.
Sin celulares en mano, el público respetable, disfrutó de una velada harto emotiva gracias a la calidez de la música y qué decir de la interpretación del maestro Mick Hucknall, quien luego de bromear y alzar la ceja al subrayar que eran cuatro décadas de carrera, recorrió de un lado al otro el escenario como pocos, demostrando su cualidad histriónica sin sacrificar un solo ápice su calidad vocal de tenor lírico; es impresionante la plenitud escénica que ya quisieran varios de 20: “Sad Old Red”, “Jericho”, “Money’s Too Tight (to Mention)”, “The Right Thing”, “A New Flame”, “It’s Only Love”.
Con una cámara dispuesta en un dolly que acompañaba al maestro Mick Hucknall, el baño de luces al público respetable iluminado desde la primera hasta la última fila, nos regaló una postal única, miles de almas hipnotizadas por lo ocurrido arriba del escenario desde donde la melodía vocal te abraza y te hace bailar con los metales, trompeta, saxofón y clarinete: “You’ve Got It”, “Enough”, “If You Don’t Know Me By Now”, “Babies”, “Thrill Me”, “Stars”.
Es impresionante como se comunica con el público, hace pausas ya sea para presentar a su extraordinario ensamble de músicos, o ponernos en contexto sobre el tema a interpretar, la gente canta cautivada desde su asiento, no hay celulares grabando, están simple y sencillamente disfrutan di el momento en medio de sonrisas, algunos vítores y mucho amor compartido.
Los adornos los proporcionan la guitarra y las percusiones, un teclado que dirige y otro que acompaña una batería que luce por su simplicidad y el bajo mandón, que aporta el sentido funky que nos transporta a otra época, donde todo era más sencillo, menos rebuscado: “So Beautiful”, “Never Never Love”, “Say You Love Me”, “Air That I Breathe”, “Brand New”, “Fake”, “Sunrise”.
Por momentos una banda de jazz del suavecito, de ese que provoca suspiros es impresionante ser testigo del enamoramiento de un artista con 10 mil personas, siendo felices, completamente embelesados con el cantautor inglés que nos enseño a sublimar el espantoso dolor del abandono.
En un Mundo donde la fidelidad y el amor están descontinuados, cada uno debe agarrar de las greñas a su niño interior y recordarle que se está vivo más vale no perder el tiempo y amar con todo y no guardarse nada.
“Fairground”, “Something Got Me Started” y “Holding Back the Years”, cerraron con broche de oro una noche redonda, sin exajerar y jugándole al pitonizo, lo que será uno de los mejores conciertos del año.
Enhorabuena.