Noche de Heavy Metal y Libertad en la colonia Polanco…
por: Bernardo Ameneyro Esquivel | @nayoameneyro
Cierre de semana como Dios manda, echando mosh pit y sacudiendo donde alguna vez se tenía melena con S7N, la banda mexicana de heavy metal se presentó en el Lunario del Auditorio Nacional la noche del pasado domingo 13 de octubre para proyectar, primero, su documental “Sin Barreras” que muestra las posibilidades del arte aún en condiciones difíciles al retratar la vida penitenciaria y de cómo la música ayuda o da herramientas a los reclusos que sobreviven día a día unos, por haber cometido faltas indefendibles y otros, que tristemente son la mayoría, viven las consecuencias de un poder judicial podrido que ampara o se pone a trabajar solo para los que tienen dinero, dejando en la indefensión a los que no tienen recursos, como muestra un botón que a penas dejaron su “paro” que solo demostró su displicencia y actitud zángana de sentirse tan especiales que dejaron de trabajar y seguir cobrando sus sueldos, dejando claro lo que siempre han sido, una bola de huevones.
En fin, mejor hablemos de música.
En medio de luces que iban de los rojos a los azules, un sonido potente, bien cuidado, que no llegaba a la saturación, una actitud harto consecuente con su público, se dio un paso firme, decisivo para ganarse a pulso el título de ser referente del enero a nivel nacional, no solo por su desempeño arriba del escenario, sino por su compromiso con la comunidad, en este caso una de las más olvidadas como comentábamos en el párrafo anterior.
Me explico: Hay quienes se las dan de contestatarios y revolucionarios por lo que dicen pero poco se preocupan por lo que hacen y estos viejos sabrosos, hacen justo eso, CON HECHOS, CON ACCIONES, dejan claro su misión como banda que a través de la música, emitiendo mensajes que liberan por lo único que no puede ser encerrado y de manera coincidente es el único que apagaron los zánganos antes mencionados: la imaginación.
Echando toda la carne al asador, la pandilla metalera que registró una muy buena entrada en el Lunario del Auditorio Nacional para incendiar el lugar con temas como: “Faithful”, “Enemies”, “Betray”, “Double”, “Fatal”, “Circus”, “Last Dance”, “Fearless”, “Deadline”, “Afuera”, “Innocent”, “Bomb”, “Insane”, “Pachuco” y “Blackout”.
La literalidad del concepto que la música tosca, derriba muros, se concretó en realidad, tras sacudir la consciencia del público respetable que desató su furia a ritmo de metal con la consigna de que no se juzga a nadie, la noche del domingo será parte del recuerdo de la pandilla memoriosa que atesora estos momentos como pocos públicos, sanando o sobreviviendo a sus demonios, según sea el caso a través de la música que demuestra el buen corazón, compromiso y respeto a su legión de seguidores de los viejones Mao Kanto (Voz y Guitarra), Israel Monroy (Guitarra), Lalo Olvera (Bajo) y Stu Zepeda (Batería) quienes se merecen pinches todo.