La apuesta por la vieja escuela del rock con temas nuevos…
por: Bernardo Ameneyro esquivel | @nayoameneyro
Fotos Cortesía OCESA: Liliana Estrada
Y llegó el día, luego de que fuera pospuesta la fecha originalmenta planeada para septiembre del año pasado, la banda inglesa de rock alternativo, liderada por Brian Molko y Stefan Olsdal, se presentaron la noche del pasado lunes 17 de abril en el Palacio de los Deportes de la CDMX.
A eso de las 9:00 de la noche, la atención del público se dirigió a las pantallas del escenario para escuchar el mensaje con voz en off de Stephan, quien pidió amablemente que no graben con sus teléfonos, por respeto a los espectadores y para el óptimo desarrollo del show, explicando que es más difícil conectar con el público si ven el concierto a través de sus pantallitas; BRAVO! Iniciamos con el pie derecho…
Con un set list cargado al protocolo promocional de su último álbum Never Let Me Go (2022), decisión entendible toa vez que tardaron casi una década para lanzar temas nuevos donde el espíritu o esencia de la vieja escuela sigue intacta, las distorsiones y melodía vocal son potentes.
En el acto En Vivo, la interacción con el público, también tiene fuerte reminisencia cuando bastaba pedir palmas del respetable para animar y comenzar la interacción que iba y venia de arriba del escenario a la zona general y ni se diga las gradas que demostraron compromiso y respeto al sacar sus celulares nomás para lo meramente necesario.
Comenzaron con dos de reciente manufactura: “Forever Chemicals” y “Beautiful James”, single lanzado en 2021 y encontró su lugar en el disco Never Let Me Go (2022). Continuaron con “Scene of the Crime”, del álbum Loud Like Love (2013) y de regreso a un par de temas del nuevo disco: “Hugz”, y “Happy Birthday in the Sky”, del EP con el mismo nombre que sirvió de puente para concretar el disco Never Let Me Go (2022), dedicado en memoria al hermano de Brian Molko, el sonido es abrumador, milimétrico, atascado y harto sentido.
La estructura de un bajo mandón con gran personalidad, sigue intacta que desde sus inicios hace casi tres décadas, ejemplo de lo anterior fue el bringo de tiempo y evolución del sonido y lírica de la banda londinense con los temas: “Bionic”, de su álbum homónimo (1996) y “Twin Demons”, del disco Never Let Me Go (2022).
Su sonido sigue vigente, a la estructura del bajo , la batería aporta puntos climáticos emocionales bien recibidos por las guitarras que aportan la melodía, acompañada por los teclados que sostienen la voz de Brian, que sostiene por completo el tiempo y el click de la música con temas como: “Surrounded by Spies”, “Chemtrails”, “Sad White Reggae”, “Try Better Next Time”,
Con los temas “Surrounded by Spies”, “Chemtrails”, “Sad White Reggae”, “Try Better Next Time”, suenan parejito, no se estorban, son pacientes, saben que la interacción con el público respetable, inicia con una sonrisa y una mirada fija, el juego de luces y las pantallas gigantes a los costados y al fondo del escenario, dan una experiencia inmersiva a pesar de dar el peso ecesario al tema analógico -si me permiten la expresión- de disfrutar un conciorto como Dios manda y no a través de un chingado celular.
El Acuerdo con el Público respetable y RESPETUOSO, sigue intacto, se aporta desde abajo del escenario para el buen desarrollo del concierto, ya sea con palmas o coreando los temas de la banda originaria de Londres, Inglaterra.
Con piano de cola, arriba del escenario, descubrieron una falla técnica con el mismo, por lo que decidieron bajar del escenario unos minutos, al ofrecer dicha explicación Stefan reveló que el concierto estaba siendo grabado.
Luego de unos minutos, continuaron con el juego lúdico de subidón de emociones con el tema: “For What It’s Worth” del álbum Battle for the Sun (2009), el sexto álbum de la banda
Le siguieron temas harto clavados y existencialistas: “Slave to the Wage”, “Song to Say Goodbye”, y “Come Undone” que nos recuerda la importancia de abrazar las derrotas tan fuerte como se hace con las victorias, que todo pasa y al final nada pinches pasa en realidad, se trata de reconectar y reconocerse en la mirada cansada de piel arrugada, que sigue teniendo la misma posibilidad de brillar como cuando niños, porque uno es mientras no se olvide de importante, para liberar o dejar en paz, libre y sin moretones al niño que nos hizo pensar en lo que podríamos ser y ser conscientes que lo correcto no es en realidad tan importante.
“The Bitter End”, loquerón vigente con esta chulada de tema, nacido en 2003 en el disco Sleeping With Ghosts e “Infra-red”, tema del 2006, incluido en el álbum Meds, sirvieron para reanimar al respetable al mismo nivel de la pausa involuntaria por la falla en el piano.
Luego de una nueva pausa, ya con el piano repuesto… “Too Many Friends”, del álbum Loud Like Love (2013), que nos remite a la advertencia del engaño que promueven algoritmos y aplicaciones que promueven de manera engañosa cercanía cuando en realidad nos aislan.
En plena recta final, cerraron con tres temas más para despedirse de las más de 18 mil almas que se dieron cita en el también conocido Domo de Cobre: “Shout”, chulada de cover de Tears for Fears, le siguió “Fix Yourself”, también del disco Never Let Me Go (2022).
Por último otro cover: “Running Up That Hill” (A Deal With God), una belleza de versión del tema original de Kate Bush.